Bogotá 6 Jul. (COLPRENSA) -
- El boom latinoamericano aún retumba dentro de los lectores del mundo. Medio siglo ha pasado y la mayoría de sus protagonistas han fallecido, pero sus obras siguen vivas, cautivando nuevas generaciones, quienes ahora, tienen un acceso único a la intimidad de sus máximos exponentes.
En más de 560 páginas se publica un primer volumen con la correspondencia entre cuatro de los más grandes escritores en español de todos los tiempos, como lo son el argentino Julio Cortázar, el mexicano Carlos Fuentes, el colombiano Gabriel García Márquez y el peruano Mario Vargas Llosa.
Son muchos, y en distintos idiomas, los estudios profundos sobre el fenómeno literario, editorial, cultural y social conocido como el 'Boom Latinoamericano, de manera que poder leer la correspondencia entre estos genios de la literatura, es un acceso único a lo que realmente sucedía dentro de aquel movimiento.
Es lo que permite 'Las Cartas del Boom', que acaba de llegar a las librerías del país, con esa correspondencia íntima entre estos cuatro escritores, dos de los cuales recibieron el Premio Nobel, y para muchos, galardón que los otros dos también merecían recibir.
Un acceso sin precedentes a las relaciones personales entre estos brillantes amigos, con sus amores, pero también con sus desencuentros, egos e incluso peleas.
Además, una vital ventana para conocer, en muchos casos de puño y letra de sus autores, sus pensamientos sobre la literatura latinoamericana y universal, así como sus visiones en torno a la convulsionada política del continente como América.
Incluye la única foto conocida de los cuatro escritores tomada el 15 de agosto de 1970, cuando se dirigían a la casa de Cortázar en Saignon, y que actualmente hace parte del Museo de Arte de la Universidad de Oregon.
"Fue muy agradable y muy extraño a la vez; algo fuera del tiempo, irrepetible por supuesto, y con un sentido profundo que se me escapa pero al que soy sin embargo sensible", escribió en su correspondencia Julio Cortázar en 1970, refiriéndose a ese encuentro de amistad y de compartir intelectual con sus colegas latinoamericanos.
Gabriel García Márquez lo dejó claro en una carta a Carlos Fuentes con fecha del 26 de enero de 1967: "las únicas asociaciones de escritores que considero útiles y solidarias son las que se establecen mediante el contacto personal y la correspondencia privada entre escritores amigos".
Leer este primer volumen de la correspondencia entre esas cuatro firmas es como espiar en silencio sus conversaciones íntimas, quizás en una sala privada o tal vez en medio de una pachanga.
También es la mejor oportunidad para entender cómo muchas de sus obras se relacionan entre sí, cómo la obra de Gabo es incomprensible sin la de Cortázar, y a la vez, la obra de Cortázar es incomprensible sin la de Vargas Llosa.
"Se establece toda una red que corresponde a algo muy real. Porque yo sé que cada uno de nosotros es muy consciente de lo que están haciendo los demás", comentó en su momento Carlos Fuentes.
Las cartas están divididas en dos periodos. El primero entre 1955 y 1975, un momento que los editores del libro han denominado 'Pachanga de compadres', cargado de estelaridad, un periodo vital, donde la amistad y las ganas de crear eran más fuertes que las posturas políticas y los egos.
La segunda parte, 'Fin de Fiesta', entre 1976 y 2012, es la revelación, en muchas ocasiones, del ocaso de estas entrañables relaciones.
Las últimas 120 páginas del libro están dedicadas a ensayos y entrevistas con estos mismos personajes. Un genial complemento, para quienes apenas incursionan en las obras literarias de estas firmas, o para aquellos que asumen el reto de su relectura.