COLOMBIA, 20 Jan (EUROPA PRESS)
En el marco de la tensa situación que se vive en la región de Catatumbo, Colombia, donde recientes ataques atribuidos a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han dejado un saldo de 80 muertos y miles de desplazados, el Gobierno colombiano ha reafirmado que la principal misión de los cuerpos de seguridad es proteger las vidas de los ciudadanos. "Ante la crisis humanitaria que se registra por la acción criminal del ELN contra personas y líderes de la sociedad civil en varias poblaciones del Catatumbo, la instrucción del presidente Gustavo Petro es que la prioridad de la Fuerza Pública es salvar vidas que están en riesgo por acciones prácticamente de cacería", expresó el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Velásquez calificó las acciones del ELN como inconcebibles para un grupo que se autoproclama guerrillero, comparándolas con tácticas utilizadas durante la época del paramilitarismo, caracterizadas por ser ejecuciones típicamente sicariales. Por otro lado, el Frente de Guerra Nororiental del ELN comunicó que su ofensiva persiste, focalizándose exclusivamente en las disidencias de las FARC, a quienes acusa de "jugar a dos bandos".
En su comunicado, el ELN argumenta su posición frente a las acusaciones sobre las muertes en Catatumbo de individuos acogidos a acuerdos de desarme y reinserción. "Diversas voces han señalado al ELN de la muerte de personas en el Catatumbo que se acogieron a los planes de desarme, desmovilización y reinserción pactados (...) No es secreto para el país del fracaso de estos acuerdos que condujeron a cientos de excombatientes a rearmarse vinculándose a diversos grupos que operan en varias regiones al servicio del narcotráfico, bandas, organismos de seguridad del Estado", indica el documento.
Este conflicto subraya la compleja dinámica de violencia que aún afronta Colombia en algunas de sus regiones, a pesar de los esfuerzos de paz y reconciliación nacional.