COLOMBIA, 20 Dec (EUROPA PRESS)
El gobierno colombiano y el Frente Comuneros del Sur, una fracción disidente del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que tiene presencia en Nariño, llegaron a un consenso el viernes pasado para prolongar el cese al fuego por otros seis meses y ejecutar un plan que contempla la destrucción del arsenal del grupo armado. Este pacto marca un hito para la administración de Gustavo Petro al ser el primer acuerdo de su tipo enfocado en la desarticulación de armamento en manos de un grupo armado.
Bajo este acuerdo, el Frente Comuneros del Sur se compromete a entregar a las autoridades todas las armas bajo su control para su eliminación programada hasta abril de 2025, mostrando un avance significativo en dirección a la paz y la seguridad en la región. Este convenio empezará a aplicarse en diez municipios de Nariño, que han sido severamente impactados por el conflicto armado a lo largo de los años.
Además, el acuerdo incluye medidas para diversificar la económica local y reemplazar los cultivos ilícitos con actividades legales, junto con esfuerzos para eliminar artefactos explosivos y minas terrestres. Las partes en el comunicado expresaron que este acuerdo "facilita el descenso de la violencia y acelera la transformación territorial", al cierre del quinto ciclo de diálogos.
El Frente Comuneros del Sur, liderado por Gabriel Yepes Mejía, conocido como 'HH', es una organización compuesta por cerca de un centenar de miembros y se sostiene financieramente a través del narcotráfico, minería ilegal, secuestro y extorsión. Las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y esta fracción provocaron descontento dentro del ELN, lo que supuso una pausa en las negociaciones hasta que fueron retomadas en noviembre de este año, buscando alcanzar una paz duradera en la región.