COLOMBIA, 10 Feb (EUROPA PRESS)
El gobierno de Gustavo Petro enfrenta una serie de renuncias de sus ministros, entre ellos, la del Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, que el pasado lunes hizo oficial su salida. Esta ola de dimisiones responde al llamado del presidente colombiano tras una crisis que se evidenció en una reunión de gabinete televisada la semana anterior.
Juan Fernando Cristo, en una carta dirigida al presidente Petro, comunicó que su decisión ya fue comunicada el jueves pasado y mostró su interés en involucrarse plenamente en el ámbito político con miras a las elecciones presidenciales de 2026. "He tomado la decisión de dejar el cargo de ministro del Interior para participar sin limitaciones en el debate político", reveló en la misiva, señalando su deseo de promover desde fuera del ejecutivo los objetivos que persiguió durante su gestión.
Cristo también resaltó los logros obtenidos en su periodo, destacando la implementación de varios puntos de los acuerdos de paz de 2016 y el avance de ciertas reformas en el Congreso. Subrayó la importancia de unir fuerzas en un gran pacto nacional para enfrentar los retos del país. "Es con esas ideas liberales y reformistas con las que podremos sacar a Colombia adelante", afirmó.
El ministro, que asumió el cargo en julio de 2024 en reemplazo de Luis Fernando Velasco, se suma a las recientes renuncias de otros miembros del gabinete. Laura Sarabia dejó la cartera de Asuntos Exteriores, así como Andrés Camacho de Minas y Energía; Susana Muhamad y Juan David Correa, de Medio Ambiente y Cultura, respectivamente; y Gloria Inés Ramírez, de Trabajo, también presentaron su dimisión.
Estas dimisiones se dan en un contexto de tensiones internas dentro del gobierno, especialmente tras la designación del exembajador Armando Benedetti como jefe de gabinete, lo cual, según se mostró en una sesión de gabinete televisada, generó discrepancias entre los ministros.
En respuesta a esta situación, Petro criticó a aquellos ministros que parecían más enfocados en "hacer campaña" que en trabajar por el gobierno, instándoles a dejar sus puestos si tenían objetivos diferentes. Esta situación pone en evidencia los desafíos internos que enfrenta el ejecutivo colombiano en su intento por mantener una agenda coherente y efectiva para el país.