COLOMBIA, 8 Apr (EUROPA PRESS)
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo graves declaraciones el pasado lunes al revelar que más de 60.000 armas pertenecientes a la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada se encuentran potencialmente en manos de organizaciones criminales. Durante una sesión del Consejo de Ministros, Petro detalló que se han perdido el rastro de 62.664 armas licenciadas oficialmente, una situación alarmante descubierta tras revisar los sistemas informáticos de este organismo, encargado de regular los servicios de seguridad privada en el país.
En sus palabras, el mandatario expresó que esas armas, autorizadas por el Estado, podrían estar "al servicio del crimen organizado", acusando a la Superintendencia de continuar fomentando estructuras paramilitares en Colombia. "Son armas oficiales las que ingresan a los grupos criminales, con sello oficial, y hombres armados con sello oficial de empresas privadas de seguridad que siguen siendo los escoltas de los grandes capos del crimen en Colombia", aseguró.
Además, Petro informó que actualmente operan en el país 1.351 empresas relacionadas con el sector, incluyendo 810 empresas de vigilancia, 435 departamentos de seguridad y 94 escuelas de capacitación. Sin embargo, destacó una discrepancia preocupante: existen 197 empresas con licencias vigentes que aparecen como inactivas en el sistema de la Superintendencia. Este hecho plantea un grave riesgo ya que implica la existencia de "armas y hombres armados sin que el Estado sepa dónde están", lo que aumenta la vulnerabilidad del país ante actividades del crimen organizado.