COLOMBIA, 17 Jan (EUROPA PRESS)
El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció la terminación de las conversaciones de paz con el ELN tras una serie de violentos enfrentamientos en la región de Catatumbo, que resultaron en la muerte de al menos siete personas, aunque reportes locales sugieren que el número podría ascender a más de veinte, además de múltiples heridos y desplazamientos forzados. "Lo que cometió el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz", declaró Petro a través de su cuenta de X.
Esta decisión surgió después de una reunión de emergencia con el comisionado para la Paz, Otty Patiño, y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quienes lamentaron que las disputas territoriales entre varios grupos armados hayan culminado en estas tragedias. La violencia reciente confirmó la muerte de siete personas en Norte de Santander, dejando también un saldo de heridos y desplazados en esta zona del nordeste de Colombia, conocida por ser un foco de confrontaciones entre el ELN y disidencias de las antiguas FARC, algunas de las cuales están en diálogos con el gobierno.
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, describió la situación en Catatumbo como "angustiosa", reportando hasta 23 muertes según la Defensoría del departamento y posiblemente hasta 34 según cifras no oficiales. "Enviamos un mensaje de paz en diciembre, lamentablemente esta petición no fue escuchada", expresó.
El ELN, por su parte, emitió un comunicado justificando sus acciones como respuesta a las "insaciables inmundicias" de las disidencias de las FARC en la región, señalando a "el autodenominado 'comandante' Richard", acusándolo de ser un paramilitar. El grupo guerrillero advirtió que seguirá la violencia en Catatumbo hasta que "el paraco Richard" sea entregado, declarando también a comerciantes y empresas que colaboren con estos grupos como objetivos militares, incluyendo a la petrolera Ecopetrol y a la ingeniera civil Disico.
Estos eventos marcan una pausa en los intentos de paz entre el gobierno de Petro y el ELN, después de un breve periodo de esperanza en noviembre de 2024 cuando parecía que las delegaciones habían superado un impasse. Petro, desde su llegada al poder en agosto de 2022, había comprometido reanudar los esfuerzos de paz con el ELN, interrumpidos desde 2019 tras el atentado a una escuela de cadetes en Bogotá.