MADRID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Pascal Plisson ha presentado en exclusiva en nuestro país su último proyecto, We Have a Dream, una película documental que muestra la importancia de una educación inclusiva y multicultural a través de la historia de cinco niños y niñas extraordinarios: niños y niñas de diferentes países y culturas que conviven con algún tipo de discapacidad. Todos ellos demuestran cómo el amor, el humor y el coraje pueden mover montañas sin necesidad de renunciar a los sueños. La obra pone además en valor el papel de padres y madres y de otros adultos que, con su inmenso amor, son capaces de promover una increíble resiliencia.
El cineasta ha estado acompañado de una de las protagonistas de la película, Maud, adolescente francesa amputada de una pierna al nacer y con sordera profunda que no retrocede ante ningún desafío.
Un sólido proyecto pedagógico destinado para concienciar a adultos y niños
Como proyecto pedagógico en las aulas We Have a Dream está dirigido al alumnado a partir de 8 años y cuenta con un dossier de actividades que, además de generar debate y promover el pensamiento crítico, relacionan el documental con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El proyecto tiene como objetivo que los escolares descubran realidades distintas a las suyas y se pueda generar un debate en clase sobre diferentes temas que la película aborda: cómo cambiar la mirada sobre la discapacidad, la vulnerabilidad de las personas ante conflictos y catástrofes naturales, el afán de superación, la importancia de la solidaridad, de la educación y el descubrimiento de nuevas culturas.
En Francia más de 100.000 escolares la han visto en pases para niños, niñas y adolescentes y en España también se realizarán sesiones especiales para escuelas y centros educativos. Para ello se han preparado materiales de trabajo que los escolares podrán utilizar antes y después del visionado del documental.
5 niños extraordinarios protagonistas ¿Quién dijo que vivir con una discapacidad significaba renunciar a tus mayores sueños?
Xavier, Charles, Antonio, Nirmala y Khendo son los protagonistas, junto a Maud, de We Have a Dream.
Xavier es un niño ruandés albino de 14 años. Su condición puede ser muy complicada en África, por eso su madre ha trabajado duro para protegerlo de los demás, especialmente del resto de la familia, que lo ve como un monstruo y quiere venderlo al mejor postor. Apoyado además por el director de su escuela, Xavier está integrado y sueña con ser médico.
Charles nació ciego en Kenia hace 11 años. Su sueño es convertirse en corredor de fondo desde que conoció al legendario Henry Wanyoike, ciego como él y tetracampeón paralímpico. Hoy vive en un internado para ciegos de Thika, pero Henry está tratando de convencer a sus padres para que lo lleven a una escuela inclusiva con niños videntes.
Antonio es brasileño y tiene 8 años. Es autista y padece una discapacidad auditiva. Le interesan el surf, el baile y la música. Fue adoptado con 4 meses y ya ha asistido a cuatro escuelas porque en su país no existe una estructura verdaderamente inclusiva.
Nirmala y Khendo son dos niñas nepalíes de 13 años que se conocieron en el hospital tras el terrible terremoto de 2015, que le costó una pierna a cada una. Ahora son inseparables. Todavía no han podido cambiar sus viejas y desgastadas prótesis y esperan con impaciencia las nuevas que les permitirán bailar con las dos piernas en el espectáculo de fin de curso.
Algunas cifras
1.300 millones de personas, es decir, el 16% de la población mundial vive actualmente con algún tipo de discapacidad. Esto implica un aumento del 1% en comparación con el último informe de la OMS de 2011 debido al incremento de enfermedades crónicas como la diabetes. De estas personas, casi el 80% vive en países de ingresos bajos y medianos, así que la mitad de ellas no puede permitirse el acceso a los servicios de salud adaptados.
240 millones de niños en todo el mundo viven con alguna discapacidad. Además, tienen un 49% más de riesgo de no ir a la escuela que los niños sin discapacidad. 32 millones de niños y niñas discapacitados no asisten a la escuela.