MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, condenó el ataque al autobús del Olympique de Lyon antes del partido de la Ligue 1 ante el Olympique de Marsella, en el que resultó gravemente herido el entrenador, Pabio Grosso, "unos actos de estupidez y odio" por los que finalmente se suspendió el encuentro y que "deben ser erradicados con la mayor determinación", al ser "una negación de los valores del fútbol y el deporte".
"Las imágenes del autobús apedreado del Lyon y las del rostro ensangrentado de Fabio Grosso son repugnantes. Estos actos inaceptables niegan los valores del fútbol y del deporte, y todos sus autores deben ser encontrados y castigados severamente", escribió la ministra en la red social X.
En representación del Gobierno francés, Oudéa-Castéra mostró "todo" su "apoyo" al club y a sus entrenador y asistente, Raffaele Longo, "que también recibió un golpe en la cara". "Pienso en la gran mayoría de los aficionados que esta tarde sólo querían expresar su fervor en las gradas y a quienes la celebración se les ha estropeado de forma especialmente injusta", lamentó.
"Estas acciones marcadas por la estupidez y el odio, que nada tienen que ver con el deporte, deben ser erradicadas con la mayor determinación por el colectivo de todos los actores, públicos y privados, que realmente aman el deporte y deben unirse más firmemente que nunca para defenderlo", advirtió la ministra.
La ministra informó de que ya había 7 detenidos por los graves altercados, aunque el número de arrestados podría haber crecido hasta los 9, tal y como informó BMI este lunes.
GROSSO, HERIDO EN LA CARA POR UN IMPACTO DIRECTO
El duelo entre el Olympique de Marsella y el Olympique de Lyon previsto para este domingo a las 20.45 en el Stade Vélodrome quedó suspendido después de que el autobús visitante fuese apedreado por aficionados del OM, hiriendo al entrenador Fabio Grosso.
"Debemos evitar lo que le pasó a Fabio Grosso, entrenador del Olympique Lyonnais, es completamente inaceptable. Esto es algo que ya no puede pasar en el fútbol. Sólo gente inconsciente. Arruinar una fiesta, con el estadio lleno, con 65.000 espectadores. Aunque sea fuera del estadio, es inaceptable. Estoy enojado, estoy realmente consternado por la situación", dijo el presidente del Marsella, el español Pablo Longoria, en declaraciones a Prime Video.
El autobús del Lyon llegó con casi todas las ventanas rotas por el lanzamiento de distintos objetos, mientras el técnico visitante recibió el impacto de alguno de ellos. Grosso tuvo que ser atendido con cristales en la cara, conmocionado por algún impacto directo, como explicó el propietario del Lyon.