COLOMBIA, 20 Jan (EUROPA PRESS)
La crisis en Catatumbo, Colombia, ha alcanzado niveles críticos según reportes del Ejército colombiano, que revelan una situación alarmante donde la mayoría de las 80 muertes estimadas en los últimos cuatro días no ocurrieron en enfrentamientos directos, sino mediante ataques selectivos puerta a puerta, una metodología especialmente atribuida al ELN. El general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército, detalló que dichas acciones parecen seguir un patrón de sicariato, con agresores siguiendo listas específicas para sus ataques en la región.
Desde el estallido de la violencia hace algunos días, solo se han confirmado cuatro confrontaciones entre los grupos armados ELN y disidencias de las FARC, sugiriendo que la violencia predominantemente proviene de tácticas más insidiosas y focalizadas. Hasta ahora, se han recuperado treinta de los cuerpos, mientras la verificación oficial de las bajas continúa en proceso.
Esta escalada de tensión ocurre mientras el gobierno colombiano considera la solicitud de las autoridades de Norte de Santander para declarar el estado de conmoción interior, buscando así movilizar mayores recursos y la intervención de las Fuerzas Armadas en municipios afectados como Cúcuta, Tibú, El Tarra, y Convención.
La Defensoría del Pueblo ha catalogado la situación en Catatumbo como una de las crisis humanitarias más severas del momento, con un alarmante saldo de muertes, decenas de heridos y hasta 11.000 personas desplazadas debido al conflicto. Este escenario se deriva del enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC, especialmente el Frente 33, con el ELN justificando sus actos como una respuesta al "paramilitarismo" de estos últimos.
La gravedad de la situación ha llevado incluso al presidente Gustavo Petro a suspender las conversaciones de paz con el ELN, señalando directamente a esta guerrilla como responsable de los hechos violentos que desangran a la región de Catatumbo.