MÉXICO DF, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha garantizado su apoyo al nuevo gobernador del estado de Guerrero "para asegurar las condiciones de orden", después del escándalo que ha supuesto la desaparición de 43 'normalistas' (estudiantes de magisterio) en el municipio de Iguala.
"El Gobierno de la República respaldará institucionalmente a la persona que definan los diputados locales como titular del Ejecutivo estatal", ha dicho en la quinta Asamblea Plenaria de la Conferencia Permanente de Congresos Locales (COPECOL).
Peña Nieto ha prometido que su Gobierno trabajará "con la administración (del nuevo gobernador) para asegurar condiciones de orden, de seguridad y desarrollo para todos los guerrerenses", según ha informado el diario mexicano 'Milenio'.
"Hoy México exige de quienes tenemos una responsabilidad pública que trabajemos juntos. El reto común es redoblar esfuerzos para acelerar el desarrollo y asegurar el Estado de Derecho en todo el territorio", ha considerado.
Los diputados guerrerenses tendrán que elegir a un nuevo gobernador después de que Ángel Guerrero haya renunciado al cargo, según ha explicado, "para favorecer un clima político, que ponga la atención en las prioridades".
Aguirre ha indicado que "el debate público no debe centrarse en si el gobernador debe o no permanecer en el cargo", sino en "encontrar a los 43 estudiantes y castigar a los responsables".
En las últimas semanas la presión para que Aguirre abandonara el Gobierno de Guerrero ha ido en aumento debido a los numerosas movilizaciones de protesta que han tenido lugar varios municipios de este estado mexicano por el caso de los 'normalistas' de Iguala.
CASI UN MES SIN NOTICIAS
Los 43 'normalistas' desaparecieron entre el 26 y el 27 de septiembre en el marco de una protesta contra al reforma educativa del Gobierno mexicano que desembocó en violentos enfrentamientos con la Policía que se saldaron con seis muertos y 25 heridos.
La Procuraduría General de la República (PGR) ha confirmado que el Gobierno y la Policía de Iguala estaban confabulados con el 'mini-cártel' Guerreros Unidos para hacer desaparecer a estos 43 'normalistas', por lo que las autoridades mexicanas intentan identificarlos entre los restos hallados en fosas comunes.
La PGR ha emitido órdenes de captura contra el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su mujer, María de los Ángeles Pineda, que están en paradero desconocido. También acusa de este crimen al jefe de sicarios 'El Gil', así como al secretario de Seguridad Pública y al subjefe de la Policía municipal, Felipe Flores Velázquez y César Navas González.