Actualizado 20/06/2019 04:05

La Policía antidisturbios se retira de las calles de Tegucigalpa mientras el Gobierno se enfrenta a las protestas

Protestas Honduras
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TEGUCIGALPA, 20 Jun. (Reuters/EP) -

Miembros de una fuerza policial antidisturbios en Honduras se han retirado este miércoles de las calles en Tegucigalpa tras casi dos meses de enfrentarse a protestas, alentando a los manifestantes que exigen la dimisión del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, a mantener bloqueos en varios puntos de la ciudad, según han afirmado testigos.

Cientos de agentes de la Dirección de Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE), que desde el martes por la noche están en una especie de huelga de brazos caídos, anunciaron más temprano que cesarían las operaciones antidisturbios y demandaron beneficios sociales, como la revisión de sus seguros de vida y la creación de un fondo para gastos médicos.

El movimiento se ha producido después de casi dos meses de estar repeliendo protestas en las principales vías del país, convocadas por una llamada Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación que está en contra de la privatización de estos servicios y exige, además, la renuncia de Hernández.

A medida que avanzaba la noche se intensificaban las acciones de manifestantes que bloquearon calles y carreteras en Tegucigalpa quemando llantas y colocando piedras, mientras los efectivos antidisturbios permanecían replegados en su principal base en la capital hondureña.

"La escala básica de la Policía Nacional ratifica su compromiso en favor del pueblo hondureño y mantendremos la garantía de no represión contra nuestro pueblo y respeto a sus derechos humanos", ha indicado un agente con el rostro cubierto con un pasamontañas, leyendo un comunicado.

"Expresamos nuestro malestar y descontento ante el gobierno por la presente crisis", ha añadido acompañado de varios de sus compañeros en el portón de entrada a la base de la DNFE.

Las televisiones locales han mostrado imágenes y han señalado que los bloqueos de carreteras se extendían a otras ciudades del país. El Gobierno se enfrenta a un segundo día de un paro de transportistas de carga que provocó que decenas de vehículos se aglomeraran en estaciones de servicio en busca de combustible.

La casa presidencial era resguardada la noche del miércoles únicamente por fuerzas de la Policía militar y del Ejército con fusiles de alto poder, mientras en bulevares y calles se encontraban bloqueadas por manifestantes que corean "Fuera JOH, Fuera JOH", provocando congestionamientos viales.

Los medios locales han informado más tarde de que policías militares empezaron a desplegarse en algunos sitios de la ciudad donde se registraron disturbios para disipar a los manifestantes.

El Comisionado de la Policía, Orlin Cerrato, ha indicado en una rueda de prensa que estaban buscando las mejores alternativas para solucionar el conflicto y ha calculado que los policías de brazos caídos representaban apenas un 10 por ciento de los miembros de la DNFE, que integran alrededor de 3.000 hombres en todo el país.

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