CARACAS, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El llamado Grupo de Lima --formado por doce países-- han reclamado este martes que se lleve a cabo una "auditoría independiente"-- de los resultados de las elecciones regionales celebradas el pasado domingo en Venezuela, ante las diversas "irregularidades" que han caracterizado el proceso de votación.
"Los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú consideran urgente que se lleve a cabo una auditoría independiente de todo el proceso electoral, con el acompañamiento de observadores internacionales especializados y reconocidos", han dicho en un comunicado.
El objetivo, han indicado, es "aclarar la controversia generada sobre los resultados de dichos comicios" para "conocer el verdadero pronunciamiento del pueblo venezolano" ante "los diversos obstáculos, actos de intimidación, manipulación e irregularidades que los han caracterizado".
De las 23 gobernaciones que estaban en juego, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se ha adjudicado 18, dos menos de las que controlaba hasta ahora. La Mesa de Unidad Democrática (MUD), por su parte, ha perdido importantes plazas, entre ellas el estado de Miranda, donde gobernaba el líder opositor Henrique Capriles.
La MUD, al igual que Estados Unidos y otros países de la región, ha rechazado los resultados oficiales por sospechas de fraude electoral. Está previsto que este martes los gobernadores electos tomen posesión del cargo ante la Asamblea Constituyente, no reconocida ni por la coalición opositora ni por la comunidad internacional.
El presidente, Nicolás Maduro, ha defendido la fiabilidad del sistema electoral de Venezuela y se ha mostrado dispuesto a firmar "mañana mismo" el acuerdo esbozado en las reuniones exploratorias que representantes del Gobierno y la MUD tuvieron en septiembre en República Dominicana para zanjar la crisis política.
Venezuela arrastra desde hace años una grave situación política, económica y social. La última ola de violencia estalló en abril y se prolongó hasta junio por la represión de las continuas protestas contra Maduro, que dejó más de cien muertos.