El Gobierno de Turquía pide a los miembros de la cofradía Hizmet que "abandonen el mal camino"
MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El clérigo turco Fetulá Gulen, acusado por las autoridades turcas de estar detrás del intento de golpe de Estado de 2016, ha fallecido a los 83 años en Estados Unidos, en donde residía desde 1999 a raíz de un exilio autoimpuesto a raíz de sus diferencias con las autoridades de Turquía.
El fallecimiento de Gulen, quien residía en la ciudad de Saylorsburg, en Pensilvania, ha sido confirmado por el portal de noticias Herkul, vinculado con el movimiento religioso que encabezaba. En un breve comunicado en su cuenta en la red social X, ha detallado que murió el domingo y ha agregado que los datos sobre el funeral serán publicados próximamente.
Por su parte, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, ha indicado que la muerte de Gulen ha sido "confirmada" por los servicios de Inteligencia de Turquía, antes de agregar que Ankara no adoptará una postura "complaciente" contra el grupo que lideraba tras el fallecimiento del clérigo.
"Nuestra nación y nuestro Estado continuará luchando contra esta organización, igual que hace contra todas las organizaciones terroristas", ha manifestado Fidan, quien ha pedido a los miembros de la cofradía encabezada por Gulen, Hizmet, que "abandonen el mal camino".
En este sentido, el ministro de Exteriores turco ha recalcado que estas personas "están siendo usadas como un arma contra su propia nación a manos de los servicios de Inteligencia extranjeros", lo que supone "una gran humillación", tal y como ha recogido el diario turco 'Hurriyet'.
Más duro ha sido el presidente del Parlamento turco, Numan Kurtulmus, quien ha afirmado que "hubiéramos preferido que rindiera cuentas por lo que hizo y se hubiera podrido en la cárcel durante el resto de su vida". "No puede escapar de la justicia divina", ha agregado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias turca Anatolia.
Mientras, el ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, ha advertido de que la muerte de Gulen no hará que cese la "lucha" contra su organización. "Al contrario, nuestra lucha serguirá con la misma determinación (...). Sigue siendo un problema nacional fundamental para la seguridad de nuestro país y no se limita a al líder de la organización", ha argumentado.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, ha recordado que desde julio de 2016 se han realizado 178.406 operaciones contra la organización de Gulen y el Ministerio de Defensa, se ha sumado a la intención de "perseguir con determinación a esta organización que traiciona a nuestro país hasta que sus raíces sean erradicadas".
DE ALIADO DE ERDOGAN A ACUSADO DE GOLPISMO
Gulen fue aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, si bien la relación se resquebrajó en 2011 y ambos se distanciaron de forma drástica después de que la Policía y la Fiscalía abrieran investigaciones en 2013 por presunta corrupción contra varios altos cargos del Gobierno.
Las autoridades acusaron entonces a personas del círculo de Gulen que trabajaban en estos organismos de actuar siguiendo sus órdenes para iniciar estos casos, tensiones que repuntaron tras la intentona golpista en 2016, que se saldó con cerca de 250 y de la que Erdogan responsabilizó al clérigo.
A raíz de la misma, las fuerzas de seguridad intensificaron su campaña de persecución contra personas supuestamente vinculadas con la organización encabezada por Gulen, que fue declarada como un grupo terrorista, con miles de detenidos y condenados a penas de cárcel.
La campaña de represión provocó una catarata de denuncias por parte de organizaciones de Derechos Humanos y aliados occidentales de Turquía, que acusaron a Erdogan de encabezar una purga contra sus críticos, mientras que Gulen se desvinculó totalmente del intento de golpe de Estado y negó cualquier papel en la asonada.