COLOMBIA, 22 Jan (EUROPA PRESS)
En los últimos cinco días, la región de Catatumbo, ubicada en el noreste de Colombia, experimentó una crisis de seguridad que resultó en el desplazamiento de aproximadamente 32.000 personas, según anunciaron las autoridades colombianas este martes. Iris Marín, defensora del Pueblo, detalló que gran parte de los desplazados se dirigió hacia la ciudad de Cúcuta, acogiendo a 15.086 personas, y al municipio de Ocaña, con 11.503. Adicionalmente, 5.300 personas encontraron refugio en Tibú, y grupos menores se distribuyeron hacia otras localidades.
Marín confirmó que varias zonas del municipio permanecen en confinamiento, mientras las fuerzas de seguridad siguen rescatando a individuos en "riesgo extremo". Reveló también la muerte de cinco firmantes de paz y la desaparición forzada y el "secuestro de otro grupo".
En cuanto a las labores de recuperación, mencionó la operación de levantamiento de cuerpos, de los cuales 35 fueron sometidos a exámenes médico-forenses; dos de estos no pudieron ser identificados y los demás están siendo entregados a sus familias.
Respecto a las acciones humanitarias, destacó el envío de 15 camiones con ayuda desde Cúcuta hasta Tibú, la liberación del exalcalde de San Cayetano, el rescate de once personas, incluido un niño, y la recepción de 20 individuos secuestrados desde el viernes. Además, señaló que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en una misión humanitaria expresó que "era posible seguir acompañando y entrando en caravanas humanitarias, desarrollar más liberaciones y desescalar el control territorial que tiene sufriendo a la población ciudadana".
La escalada de violencia se debe en gran medida al crecimiento de las filas del Frente 33, lo que ha provocado enfrentamientos con el ELN, grupo que ha mantenido históricamente el control de Catatumbo, una región codiciada por sus recursos minerales y condiciones favorables para el cultivo de coca, generando un punto crítico para los grupos armados colombiano.