Detienen a tres opositores después tras denunciar "actitudes violentas" durante una manifestación propalestina
MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Túnez han emitido este martes una orden de arresto contra la activista opositora Hela Gharbia tras acusarla de varios delitos relacionados con el terrorismo, un cargo que se suele presentar contra los opositores en el país junto al de corrupción o de insultos a cargos públicos en el contexto de un aumento de la represión en el país.
La portavoz del Organismo Judicial Antiterrorista, Hanane Qaddas, ha informado de que está acusada de formar un grupo terrorista, incitar a otros a unirse a él y conspirar contra el orden interno y externo de la seguridad del Estado, cometer un atentado destinado a cambiar la estructura del Estado, incitar a los residentes a atacarse entre sí, provocar el caos en el territorio tunecino y otros delitos que la investigación puede revelar", según ha recogido la emisora tunecina Mossaique FM.
Qaddas también ha asegurado que Gharbia ha realizado publicaciones en redes sociales en las que "atacaba las instituciones y los símbolos del Estado e incitaba contra el régimen existente en el país de una manera que afectaría el prestigio del Estado, sus instituciones y su presidente, y sembraría terror y ansiedad entre la población, y provocaría confusión y alentaría a grupos extremistas a cometer actos de violencia y caos".
Por otro lado, el activista Ayub Amara ha denunciado la detención de tres de sus compañeros, a los que ha identificado como Luay Jammassi, Wael Nauar y Yahaer Channa, tan solo un día después de que el Ministerio del Interior denunciase "actos violentos" durante una manifestación propalestina en la que las personas mencionadas habían participado, según el portal de noticias Kapitalis.
La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional (FSN), ha denunciado desde hace más de dos años una deriva autoritaria del presidente del país, Kais Saied, y ha exigido su dimisión, especialmente ante la oleada de detenciones de opositores, activistas y periodistas, así como las bajas tasas de participación en el referéndum constitucional y las elecciones celebradas desde entonces en Túnez.
Saied asumió poderes adicionales en 2021 cuando cerró el Parlamento electo, dominado por la formación islámica Ennahda, y pasó a gobernar por decreto antes de asumir la autoridad sobre el poder judicial, una acción por la que asumió todas las competencias estatales y considerada por sus críticos como un autogolpe de Estado. Además, ha renovado su mandato tras arrasar en unas elecciones marcadas por una baja participación y que han sido precedidas por una intensa campaña de detenciones.