MADRID 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El gobernador de la región militar de Sumi, Volodimir Artiuj, ha reconocido que hubo un acto militar el domingo, cuando impactaron en la ciudad dos proyectiles rusos y causaron la muerte de al menos 35 civiles.
"Yo no lo convoqué. Fui invitado", ha afirmado Artiuj en declaraciones a la radio pública ucraniana Suspilne Movlennia. Al ser interrogado por quién convocó el acto respondió con un esquivo "eso es otro tema".
El alcalde de la cercana localidad de Konotop, Artem Semenijin, ha explicado que hubo una ceremonia de entrega de condecoraciones para la 117ª Brigada del Ejército ucraniano en el centro de congresos de la ciudad de Sumi.
La diputada Mariana Bezugla había denunciado ya el domingo en un mensaje publicado en Facebook que se había filtrado que habría una entrega de condecoraciones en Sumi.
El Gobierno ruso ha confirmado que lanzó dos misiles balísticos Iskander-M y ha indicado que el ataque se saldó con la muerte de más de 60 militares, un extremo que tampoco coincide con la versión de Ucrania, ya que la cifra oficial de víctimas mortales se mantiene en 34 y en ningún caso se habla de miembros de las Fuerzas Armadas.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha afirmado que esa reunión contó con representantes militares occidentales haciéndose pasar por mercenarios. "Allí hay personal militar de países de la OTAN y ejercen un control directo", ha dicho en una entrevista para el periódico 'Kommersant'.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha asegurado este lunes en redes sociales que 38 de las 119 personas heridas en el ataque del domingo siguen hospitalizadas, incluidos nueve niños --tres de ellos en situación crítica--. El mandatario ucraniano ha vuelto a reclamar "presión" hacia Moscú, por ejemplo con "sanciones tangibles" dirigidas contra la "máquina de matar" de Rusia.