MADRID 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, ha pedido a los responsables yemeníes que eviten nuevas tragedias como la ocurrida la semana pasada en un centro de detención de la agencia de inmigración yemení en Saná, donde un incendio causó decenas de muertos y más de 170 heridos.
Vitorino ha declarado este domingo que se siente "profundamente afligido" por lo sucedido y que sus pensamientos están con las familias de las víctimas. "Las condiciones en el centro de detención, que funcionaba al triple de su capacidad, eran inhumanas e inseguras", ha lamentado el responsable.
No obstante, ha recordado que "la OIM no establece, ni gestiona, ni supervisa los centros de detención en Yemen ni en ningún otro lugar del mundo. Nuestros equipos brindaron a los migrantes servicios esenciales como alimentos, atención médica y agua que de otro modo no hubieran recibido".
"Me preocupa que esta no sea la última tragedia que vivan los migrantes en Yemen si la comunidad internacional no se une en un esfuerzo renovado para reducir los peligros que enfrentan y aumentar el apoyo que reciben", ha añadido.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. Los rebeldes controlan la capital y otras zonas del norte y el oeste del país.
El conflicto ha sufrido un recrudecimiento durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan ayuda, muchos de ellos migrantes que cruzan el país desde el Cuerno de África en su camino hacia los países ricos del golfo Pérsico.