MADRID 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha decidido suspender todas sus actividades en la gobernación de Sadá, en el noroeste de Yemen, por falta de seguridad tras la reciente detención por parte de los rebeldes hutíes de otros ocho trabajadores de la ONU en territorio yemení.
"Esta medida extraordinaria y temporal busca equilibrar el imperativo de permanecer y cumplir con la necesidad de tener garantizada la seguridad del personal de la ONU y sus socios", ha indicado en un comunicado la oficina del portavoz del secretario general, António Guterres.
Las agencias, fondos y programas de Naciones Unidas dejarán de operar en la zona ante la "ausencia de condiciones y garantías de seguridad". En total, seis de los ocho trabajadores detenidos recientemente trabajaban en la gobernación de Sadá.
"Naciones Unidas sigue plenamente comprometida a ayudar a los millones de personas necesitadas en todo Yemen", ha indicado, instando a la liberación del personal detenido "arbitrariamente" y a que existan "las condiciones de seguridad necesarias" para "brindar apoyo humanitario" en la zona.
Los rebeldes argumentan que la detención de trabajadores se debe a la existencia de una importante red de espionaje liderada por Estados Unidos e Israel que operaba desde 2015 al amparo de ONG y Naciones Unidas, camuflada con labores de trabajo humanitario.
Estas detenciones tienen lugar en medio del ahondamiento de la crisis humanitaria en Yemen, donde cerca de una década de conflicto entre los rebeldes y las autoridades reconocidas internacionalmente han dejado a 17,6 millones de personas --la mitad de la población-- en situación de inseguridad alimentaria.
Los hutíes, que controlan Saná y otras zonas del norte y el oeste de Yemen desde 2015, comenzaron a atacar con drones y misiles el territorio de Israel y buques vinculados con el país en aguas del mar Rojo y del golfo de Adén en respuesta a la ofensiva militar en la Franja de Gaza, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otros grupos palestinos.