Publicado 15/01/2025 05:33

Los brazos del pulpo deben su destreza a un sistema nervioso segmentado

Pulpo bimaculoides
Pulpo bimaculoides - CASSADY OLSON

   MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El circuito del sistema nervioso que controla el movimiento de los brazos de los pulpos está segmentado, lo que otorga un control preciso para explorar su entorno, agarrar objetos y capturar presas.

   Así lo revela una nueva investigación de la Universidad de Chicago que acaba de publicarse en Nature Communications.

   "Si vamos a tener un sistema nervioso que controle un movimiento tan dinámico, esa es una buena forma de hacerlo", dijo Clifton Ragsdale, profesor de Neurobiología y autor principal del estudio.

   "Creemos que es una característica que evolucionó específicamente en los cefalópodos de cuerpo blando con ventosas para realizar estos movimientos similares a los de los gusanos".

   Cada brazo del pulpo tiene un sistema nervioso enorme, con más neuronas combinadas en los ocho brazos que en el cerebro del animal. Estas neuronas se concentran en un gran cordón nervioso axial (ANC), que serpentea de un lado a otro a medida que baja por el brazo, y cada curva forma un ensanchamiento sobre cada ventosa.

   Utilizando marcadores celulares y herramientas de imagen para rastrear la estructura y las conexiones del ANC, los investigadores vieron que los cuerpos de las células neuronales estaban agrupados en columnas que formaban segmentos, como un tubo corrugado. Estos segmentos están separados por espacios llamados septos, por donde los nervios y los vasos sanguíneos salen hacia los músculos cercanos. Los nervios de múltiples segmentos se conectan a diferentes regiones de los músculos, lo que sugiere que los segmentos trabajan juntos para controlar el movimiento.

   Los nervios de las ventosas también salían del ANC a través de estos septos, conectándose sistemáticamente con el borde exterior de cada ventosa. Esto indica que el sistema nervioso establece un mapa espacial o topográfico de cada ventosa.

   Los pulpos pueden moverse y cambiar la forma de sus ventosas de forma independiente. Las ventosas también están repletas de receptores sensoriales que permiten al pulpo saborear y oler las cosas que toca, como si combinara una mano con una lengua y una nariz. Los investigadores creen que la "suckeroptopía", como llamaron al mapa, facilita esta compleja capacidad sensomotora.

Contador