MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Cornell proponen un mecanismo geológico abiótico que explica la abundancia de fosfina, un gas marcador de vida en la Tierra, detectada en la atmósfera de Venus.
"Presumimos que trazas de fosfuros formados en el manto serían traídas a la superficie por vulcanismo, y luego, posteriormente, expulsados a la atmósfera, donde podrían reaccionar con agua o ácido sulfúrico para formar fosfina", explican los autores Jonathan I. Lunine, científico planetario y físico en la Universidad de Cornell, y el estudiante de posgrado Ngoc Truong. Su trabajo está disponible en el sitio de preimpresión arxiv.org.
A pesar de que los investigadores que descubrieron la fosfina descartaron la actividad volcánica como fuente, los autores señalan otra vía. Proviene de las impurezas del hierro y de cómo reaccionan con otras sustancias.
"En la Tierra, uno de los procesos conocidos es la producción de gas fosfina por corrosión acuosa o ácida a partir de impurezas que contienen fósforo en el hierro", explican. En un experimento de 2010 --argumentan--, "la corrosión acuosa produjo una cantidad significativa de gas fosfina comparable a la cantidad detectada en ambientes terrestres naturales, mientras que la corrosión por ácido sulfúrico podría producir una cantidad de gas fosfina tres órdenes de magnitud mayor que la corrosión acuosa".
Esto se alinea con su hipótesis de una fuente volcánica de fosfuros expulsados a la atmósfera por la actividad volcánica y luego reacciona con agua de ácido sulfúrico, informa Universe Today. Para probar su hipótesis, realizaron un cálculo de orden de magnitud.
"Sugerimos que el vulcanismo activo hoy podría producir una tasa comparable a la requerida para producir la fuente de fosfuro de la fosfina. Nuestra hipotesis requiere que Venus esté experimentando actualmente una alta tasa de vulcanismo basáltico, uno que es coherente con las observaciones de misiones espaciales y los experimentos de laboratorio", explican en su estudio.